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Todos vamos a conocer a la habitual persona que, el noventa por ciento de su día, está de mal humor y que el 10 por ciento sobrante duerme. Debemos asistirle, enseñarle a ver la vida de otra manera, a afrontar su vida y enfrentarse a esta con otra actitud.

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Rigen las relaciones de los hombres entre sí; en el sentido contrario, la violencia azota sin piedad: si se dan las condiciones, los mismos hombres saquean y también incendian, matan, violan y torturan. El exceso se opone a la razón.

Entonces el hombre mueve la pelvis de arriba cara abajo para poder penetrar a la mujer o por la vagina o bien por el ano, pero debido a esta pose tan bastante difícil para la mujer es más aconsejable por el ano; por el hecho de que está más cerca al dar este movimiento.

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